Por qué la construcción debe dejar de luchar consigo misma

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Una dramática imagen conceptual que muestra un sitio de construcción dividido en dos lados opuestos. Imagen generada mediante IA

En vista de que los márgenes de ganancia son limitados y algunos proyectos no reciben ofertas de contratistas, algo debe cambiar en la industria. Philippe Dessoy y Juan Armando Vicuña, de CICA, le dicen a Andy Brown que se necesita un enfoque diferente.

El Burj Khalifa, que se alza 828 metros hasta tocar el cielo, las famosas curvas y puntas de la Ópera de Sídney, situadas frente a las aguas cristalinas, y la esfera de Las Vegas Strip, iluminada por una galaxia de luces y colores cambiantes. Estos proyectos emblemáticos fueron creados por contratistas de la construcción, pero la realidad de la vida cotidiana de un contratista dista mucho de ser glamurosa.

En un reciente evento de contratistas en París, Francia, un tema importante que surgió fue cuánto tienen que luchar los contratistas en cada aspecto de sus proyectos: con el cliente por los costos y los plazos y las disputas por el trabajo, con los gobiernos y las ciudades por las diferentes reglas y regulaciones y con los subcontratistas por el trabajo que han realizado.

Para una industria que tiene márgenes de ganancia notoriamente estrechos, todas estas luchas cuestan a los contratistas tiempo y dinero, algo que difícilmente pueden permitirse.

En el evento de París, organizado por CICA (Confederación de Asociaciones Internacionales de Contratistas) y EIC (Contratistas Internacionales Europeos), se planteó con fuerza la opinión de que esta forma de operar no es sostenible y debe cambiar.

Philippe Dessoy, Andy Brown, Juan Armando Vicuña Philippe Dessoy, Andy Brown, Juan Armando Vicuña

“Un problema en la construcción es que los contratos no son muy amigables. Si quieres atraer a los contratistas, al menos tienes que ser justo. Intentamos tener condiciones contractuales justas�, afirma Philippe Dessoy, presidente saliente de CICA y director general de Besix.

“Yo diría que el contratista elige al cliente para el que quiere trabajar más que antes. Y a veces no es agradable escucharlo, pero a los clientes que no son lo suficientemente justos, preferimos no tocarlos. Necesitamos dormir bien sin problemas�, finaliza con una risa irónica.

En relación con este tema de peleas y disputas, con frecuencia el contratista que ofrece la oferta más baja es elegido como ganador de un proyecto. Esto también es algo que Dessoy y Juan Armando Vicuña, el presidente entrante de CICA, dicen que no es sostenible y es una práctica que a menudo conduce a más disputas.

"Si eres el más bajo, significa que cometiste un error o que rebajaste algo para ser el más bajo", dice Dessoy.

“Intentamos promover una metodología de contratación. Una de estas metodologías es tener algunos criterios en los que el precio sea, digamos, el 60-70% del factor de decisión. Y luego hay otros factores como la sostenibilidad del contratista, la salud y la seguridad, la tecnología, la contratación y la participación del contratista local�.

Contratos de colaboración

El tema del evento, que se celebró justo al lado del imponente Arco de Triunfo en los Campos Elíseos, fue sobre los contratos colaborativos y la importancia de que los contratistas participen en el proceso desde el principio.

“La otra metodología que tratamos de promover es un enfoque colaborativo. En lugar de que un contratista se pelee con su cliente, tratamos de trabajar juntos para lograr un presupuesto que el cliente pueda permitirse a partir de su plan de negocios. Y luego vemos dónde podemos mejorar alguna parte del proyecto.

“Sea cual sea el motivo (costo, normativa complicada o falta de tiempo), los promotores ahora gastan cada vez menos dinero en preparar el proyecto. Al incorporar a un contratista antes, podemos trabajar juntos para desarrollar este proyecto de manera más eficiente y de acuerdo con la normativa, ya que, por lo general, los contratistas locales conocen mejor la normativa que un inversor extranjero�.

Juan Armando Vicuña, el nuevo presidente de CICA, coincide con esta afirmación y añade: “Es fundamental involucrar al contratista desde el principio, porque se pueden ver los planos y los especialistas, y se puede preparar mejor. Se gana más dinero. Se reduce el tiempo, ya que se reducen las sorpresas. Creo que esto es clave, tanto para proyectos grandes como pequeños�.

Vicuna, que es de Chile, y Dessoy, de Bélgica, llevan mucho tiempo en el sector y están deseosos de destacar los avances que se han logrado en muchos aspectos, como la sostenibilidad, la salud y la seguridad y la mayor inclusión de la industria. Vicuna trabaja para una empresa de construcción que heredó de su padre y dice que las condiciones en las obras son muy diferentes.

“En términos de salud y seguridad, la mejora es clara. Otro cambio muy positivo es que, cada día, hay más mujeres en el sector. Y no en la oficina, sino en las obras. Las mujeres suelen prestar más atención a los detalles y hacer mejor el trabajo�, afirma.

Los contratistas de construcción miran hacia el futuro

En esencia, el objetivo de los contratos colaborativos es lograr que los proyectos de construcción sean más rentables y tengan más probabilidades de terminarse a tiempo. Los contratistas enfrentan suficientes desafíos (como la inflación y las regulaciones gubernamentales) como para tener que luchar contra aquellos con quienes trabajan en el proyecto.

Otro desafío es la falta de mano de obra cualificada. Vicuña habla de la dificultad de contratar a trabajadores jóvenes para la industria y sugiere que el sector debe aprovechar las nuevas tecnologías para ayudar a solucionar este problema.

A pesar de los indudables desafíos que enfrenta la construcción, el ambiente en el evento fue positivo y los contratistas que asistieron se mostraron optimistas sobre el futuro. La construcción es una industria esencial y, en muchos casos, la demanda nunca ha sido tan alta. Se estima que, solo para proporcionar infraestructura básica a todas las personas en el transcurso de las próximas dos décadas, cada año el mundo necesitaría gastar casi un billón de dólares más que el año anterior en infraestructura.

“Cada mañana, cuando te despiertas, tienes que luchar contra tu cliente y contra los subcontratistas. Es un sector un poco agotador por eso�, afirma Dessoy. Si se puede solucionar este problema (posiblemente mediante contratos de colaboración), el sector no solo seguirá siendo esencial, sino que también será más rentable y eficiente.

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