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Presidente del CIOB, profesor Mike Kagioglou. Imagen: CIOB

Habiendo asistido a la cumbre COP del a帽o pasado en Dubai, llegu茅 a Bak煤, 础锄别谤产补颈测谩苍, para la COP29 con la esperanza de ver y escuchar c贸mo se posicionar铆a el entorno construido tanto en su papel de contribuyente como de soluci贸n al cambio clim谩tico.

Los eventos de la COP pueden ser enormemente abrumadores ya que, en un momento dado, habr谩 docenas de paneles de discusi贸n, mesas redondas, conferencias y otros eventos, mientras que tambi茅n hay cientos de pabellones, similares a los de una feria comercial, que los delegados pueden visitar en cualquier momento.

Siempre elaboro un plan de las sesiones a las que quiero asistir y los pabellones que quiero visitar, de lo contrario es f谩cil perder el tiempo deambulando. Sin embargo, el plan tiene que ser flexible ya que, seg煤n mi experiencia, los horarios de la COP suelen cambiar en el 煤ltimo minuto.

Visit茅 varias sesiones y pabellones relacionados con la construcci贸n y el entorno construido en general, y mis conclusiones clave fueron predominantemente positivas en torno a la innovaci贸n y c贸mo nuestro sector puede dar ejemplo a otros.

Sin embargo, tambi茅n obtuve muchas perspectivas valiosas sobre los desaf铆os que enfrentan las naciones m谩s peque帽as para enfrentar el cambio clim谩tico y las soluciones que est谩n desarrollando, a menudo con comparativamente pocos fondos y recursos f铆sicos.

La COP 29 se celebr贸 en 2025 en Bak煤, 础锄别谤产补颈测谩苍. Imagen: Adobe Stock

Uno de los ejemplos m谩s llamativos que escuch茅 y que ilustra el impacto del cambio clim谩tico en naciones a menudo subrepresentadas provino de una oradora en el Pabell贸n de Singapur, quien habl贸 con gran emoci贸n sobre c贸mo los incidentes de inundaciones est谩n aumentando en la peque帽a isla del Pac铆fico en la que vive.

Ella cont贸 la inundaci贸n del cementerio de la isla y c贸mo ella y otros literalmente recogieron los huesos de sus antepasados del agua de la inundaci贸n mientras flu铆a hacia la playa cercana y hacia el mar.

Esta imagen permanecer谩 en mi memoria durante mucho tiempo y pone en perspectiva c贸mo el cambio clim谩tico no es solo un problema ambiental sino tambi茅n un problema humano. Es cierto que los m谩s afectados suelen ser los menos preparados para adaptarse.

En concreto, en lo que respecta al sector de la construcci贸n y su lugar en la lucha contra el cambio clim谩tico, vi y escuch茅 muchas cosas alentadoras, pero est谩 muy claro que tenemos que ser m谩s ambiciosos y generar una cultura en la que el cumplimiento b谩sico de permanecer en el lado correcto de la ley y hacer el m铆nimo indispensable no sea la norma.

Se requiere regulaci贸n y legislaci贸n ambiental

Como es ampliamente reconocido, nuestro sector generalmente solo logra cambios significativos a escala y ritmo cuando se ve obligado a hacerlo mediante la regulaci贸n y la legislaci贸n. Por lo tanto, corresponde a los gobiernos y a los reguladores, as铆 como a la propia industria, ser m谩s ambiciosos con los marcos y est谩ndares que desarrollan para impulsar a la industria a avanzar m谩s y m谩s r谩pido.

La construcci贸n es uno de los principales productores de emisiones de carbono a nivel mundial. Imagen: Adobe Stock

Necesitamos desarrollar programas nacionales que demuestren lo mejor de lo que hacemos e inspiren a otros a seguir nuestro ejemplo. Tambi茅n debemos exigir que las organizaciones cumplan con los est谩ndares de aspiraci贸n como parte de su elegibilidad para presentar ofertas para trabajos futuros.

Quedarnos quietos o hacer peque帽as mejoras incrementales s贸lo nos har谩 retroceder, considerando el ritmo cada vez mayor de cambio negativo que se est谩 produciendo.

Me alegr贸 ver tantas sesiones sobre el entorno construido y la infraestructura y su impacto en el medio ambiente, pero a煤n quedan dudas sobre cu谩nto progreso se lograr谩 antes de que se celebre la COP30 el a帽o pr贸ximo.

Alguien incluso describi贸 al sector como un 鈥済igante dormido鈥� en relaci贸n con la forma en que debe ser parte de la soluci贸n cuando se trata de abordar el cambio clim谩tico y estoy totalmente de acuerdo. Consumimos alrededor del 40% de toda el agua industrializada utilizada y contribuimos a m谩s del 25% de las emisiones de carbono. El potencial est谩 ah铆, pero falta mucho para que se haga realidad: debemos despertar a ese gigante.

Me fui de la COP29 con una sensaci贸n de optimismo moderado. Por un lado, me sent铆 inspirado por algunas de las innovaciones que hab铆a visto en exhibici贸n y por la forma en que muchas organizaciones se est谩n adaptando a los desaf铆os que plantea el cambio clim谩tico, pero por el otro, me sent铆 pesimista por el lento ritmo del cambio y la falta de algo que suceda a gran escala.

Como en a帽os anteriores, la necesidad y el deseo de cambiar es evidente, pero es dif铆cil ver de d贸nde viene la transformaci贸n y qui茅n toma el liderazgo.